sólido, líquido, gaseoso

por maría belén moncayo

 

“Cuando se le haya dado un cuerpo sin órganos, entonces se lo habrá liberado de todos sus automatismos y devuelto su verdadera libertad” Antonin Artaud

 

Hace quince meses, surge en Valeria Andrade la necesidad impostergable de explorar  las posibilidades del cuerpo, ya como un palimpsesto orgánico, ya como un lugar de enunciación políticamente des-organizado.  La búsqueda la empuja más allá de sus piruetas y más acá de su entorno social próximo.  Es así como encuentra una veintena de voces que hablan desde otros cuerpos basados indistintamente en Quito, Argentina y Estados Unidos, que hoy por hoy componen el Laboratorio Vinculante, en adelante (LV).

 

Un laboratorio (des)vinculado que se asume como un montón de partículas diseminadas Unas se disolvieron sobre la marcha, otras más se sumaron al proceso; la resistencia de las presentes desató uno de los dispositivos de visibilización pública de su ejercicio: “SOCIALISMO DE DOMINGO, acciones, performances, videos, minga…” que tuvieron lugar durante el mes de mayo de 2009 en Arte Actual, en Quito.

 

Socialismo de Domingo es una explosión atómica en formato de cyber-minga, cuyos labradores transitan una manifiesta incompletitud: colectivos fragmentados, travestis invitados, hacedores en el auto-exilio; a la sazón: la misma Valeria, Dayana Rivera, Malva Malabar, Paúl Rosero, Pedro Cagigal, Fabiano Kueva, Ana Carillo, Raúl Ayala, Juan Ormaza, Sofía Barriga, Jorge Espinosa y La Bicicleta…también. Todos, cavan con “pico” y pala hasta el inframundo, con la lúcida intención de traer hasta el asfalto el cuerpo enterrado por la cartesiana Idea de que su condición bio-física no cabe en los predios de la ontología. Corolario, una momia hecha añicos que el LV diseccionará y -al más puro estilo Marguerite Duras- le conferirá un hieratismo capaz de atravesar todos los estados posibles, todas las edades, todos los tiempos, todas las afecciones.

 

Lo exiguo del espacio no permite un análisis puntual de las intervenciones; por el contrario, la capacidad de inclusión del LV es total, al punto de que quien escribe se coló en una de las acciones; ergo, poca es la distancia que puedo tomar en estas líneas;

y por lo mismo he escogido domingueramente tres momentos “polaroid” de esta minga

sobre los que ofrezco mi criterio.

 

sólido

“Dadme, pues un cuerpo” Gilles Deleuze

…sólido como el de Valeria Andrade, que su mano corta siete veces con una hoja de bisturí, como siete son la cruces de Quito, como siete las frases que baila entre un tajo y otro. Sangra, llora, habla.  Después de cada incisión una vela se apaga.  Un cuerpo presentificado, extremo, que arriesga mucho para lograr lo que más ansía, un compromiso de “vida-arte”, a la que le pone la carne; desde siempre, primera y última de la política.

 

líquido

“Es así como vemos, en la versión conocida, obreras vestidas “de domingo” jugando y riéndose, incluso una que, seguramente consciente del registro fotográfico, sale con un niño en los brazos.”  Ricardo Parodi

…la versión conocida de la película La salida de los obreros de la fábrica de Louis Lumière, de 1895, de la cual se sabe no es la original. Lumière falseó una cámara oculta

y repitió la escena para que los obreros vistieran sus mejores prendas.  Gesto actualizado por el LV en su vídeo Quito 6K(IDAS), en el cual los cuerpos sudorosos, lúbricos y licuantes de seis deportistas festivos, actúan para el ojo que los registra, en esta farsa que bien podría dividirse en dos actos: I Ni un paso atrás, II Si se puede.
El silente sexteto se vale de una premeditada sobreactuación que los convierte en sujetos vaciados de toda psicología y de toda expresión comunicativa.  Sus rostros no expresan ninguna idea, ningún sentimiento en particular, y por eso mismo aspiran a expresarlo todo.  Estos personajes llevan la pulsión hasta el agotamiento, hasta el punto de encuentro con la muerte.

 

gaseoso

“Todos somos científicos locos, y la vida es nuestro laboratorio” Guillermo Atreus

…buscan la muerte y no la encuentran, devienen.  En el vídeo ¡Qué también dirán!, el LV transmuta hacia una no consistencia.  Casi no se les oye y definitivamente no se los ve, han ascendido a una forma evanescente de lo corporal.  Han trastocado sus funciones moleculares en una comunidad de hormigas trabajadoras que suben y bajan por unos matorrales.  La voz en off es el precario registro de un chat sostenido entre algunos integrantes del laboratorio; la comunicación se cae, tiene interferencias, intermitencias.  Decir que el tema central de la conversación es ¿qué es el LV y hacia dónde va? es una mera sospecha.  Como sospechosas resultarían también las intenciones ecologistas de este audiovisual que al consumirlo nos hormiguea el cuerpo y nos regresa a la butaca donde vimos a Cronenberg y a las noches en que leíamos a Kafka.

¿Qué sigue?, ¿No bañarse durante un mes?,  ¿Dormir en una cama de hielo?, ¿Viajes astrales?, ¿Cirugías estéticas?…me anoto en este último.